lunes, 1 de octubre de 2007

R3@L!D2D

Una tarde donde los días no son lo que parece sino un martirio, una enorme Rutina que nos consume cada vez más. Donde buscamos salir pero no lo conseguimos. Solo hay una esperanza, esa persona que cada día nos llena, esa persona que nos infunde aliento cada vez que nos mira de cerca. Sin pensarlo ella nos ayuda, sin pensarlo ella nos saca de esta cruda realidad, con un gesto tal vez una sonrisa o detalle hace maravillas con las cuales nosotros duramos tal vez una semana o más, tratando de salir de esta realidad.